
Trajano, de la dinastía de los Antonianos, (98-117 d.C.) era natural de Itálica, ciudad de la Bética. Trajano era miembro de esa aristocracia municipal de las provincias que la apertura de la dinastía Flavio había conseguido llevar a los más altos cargos de la administración del Imperio. Primer emperador salido de fuera de Italia, es la prueba del creciente desarrollo de las provincias. A sus cualidades como soldado unía la de buen administrador y era severo en el mantenimiento del orden y la disciplina. Sen encontraba en Colonia cuando recibió la noticia de la muerte de su padre adoptivo, pero no se apresuró a marchar hacia Roma; durante todo un año se mantuvo en el Rin y en el Danubio ocupado en establecer negociaciones con los germanos, en organizar las legiones y en asegurarse las fronteras. Mientras tanto, el gobierno había quedado en manos del Senado. Este entendimiento entre poderes no recortó, sin embargo, los privilegios imperiales.

Tras Trajano, el emperador fue Adriano (117-138 d.C.). El primer problema que plantea el gobierno de Adriano viene dado por las circunstancias de su nominación (mediante la adopción) como sucesor de Trajano, el cual no había advertido sobre sus intenciones. Adriano era por aquel entonces gobernador de Siria. Se encontraba en Antioquia y en ello radicó su gran ventaja: estaba muy próximo a Trajano en el momento de su muerte y tenía bajo su mando el ejército oriental, es decir, estaba al mando del mayor ejército existente en ese momento dentro del Imperio. Inmediatamente comunicó al Senado la muerte la muerte del emperador, su elección por las legiones y la promesa de que respetaría todos los privilegios senatoriales, por lo que este organismo le confirió el gobierno del Imperio. Las particulares circunstancias en las que Adriano llegaba al poder sorprendieron a muchos y contrariaron en extremo a algunos, especialmente a aquellos que estaban próximos a Trajano y gozaban de la confianza de este, sus principales generales. Ello se debía a que ellos mismos aspiraban a la sucesión y también a que la primera medida del emperador había sido abandonar las conquistas de Oriente. Probablemente esta medida de Adriano, aunque humillase a las armas romanas, era necesaria, ya que la política al respecto de Trajano había minado en exceso los recursos de Imperio. De cualquier forma, estos generales de Trajano urdieron una conspiración contra el emperador, aunque fue descubierta y liquidada antes de que Adriano llegase a Roma.


En el año 136, Adriano, que había estado siempre preocupado por su futura sucesión, adoptó a L. Ceionio Cómodo. Al morir este súbitamente, Adriano adoptó a un senador, T. Aurelio Antonino, el cual fue a su vez obligado a adoptar al sobrino de su propia esposa, M. Annio Vero (Marco Aurelio) y al hijo de Ceionio Cómodo, Lucio Vero. En el año 138 murió Adriano, sucediéndole, como ya se había establecido, Antonino.
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